En busca del café perfecto en una cafetería
¿Quién no ha buscado de bar en bar el café perfecto? Desde que tomar un café es uno de los hábitos más frecuentes en nuestro país, está claro que la hostelería está apostando por mejorar su calidad y permitir que sea un momento de pleno disfrute.
“Es un ritual en sí mismo y, con las máquinas que se tienen en las cafeterías, se pueden hacer verdaderas maravillas” explican desde Catunambú, proveedores de café para hostelería madrid.
Pero, más allá de una máquina espresso de calidad que garanticen una extracción uniforme y consistente y de un molinillo que muela los granos frescos al momento, ¿qué se necesita?
1.Café fresco y de alta calidad: Trabajar con un proveedor de café de calidad que ofrezca granos frescos y una variedad de opciones. Ofrece una selección de café de origen único y mezclas personalizadas para atraer a una variedad de gustos.
2. Elegir el mejor tueste: Es clave conocer y comprender los diferentes niveles de tueste y cómo afectan al sabor del café. Ofrecer opciones de tueste claro, medio y oscuro para satisfacer las preferencias de tus clientes es siempre un acierto.
Con eso claro, es el momento de la preparación y no es tan sencillo ni automático como se piensa.
El mejor café, después de molerlo, demanda una extracción precisa, donde el tiempo es clave. Conocer la máquina y sacarle partido es básico. Prepararlo, además, en una vajilla que no desmerezca es un acierto bien valorado por los clientes.
Pero la clave ya está en adaptarlo a todo tipo de públicos.
Los hay que quieren el café solo, pero también quienes necesitan mezclarlos con leche.
Tener una carta puede ser clave para cubrir las necesidades de todos. La leche entera, desnatada o incluso sin lactosa pueden ser claves para los paladares.
Además, espumar tiene que ser casi una obligación para lograr una textura aterciopelada típica de los latte.
A gusto del consumidor, también, se puede dejar la opción de un sirope de caramelo, chocolate o incluso canela para coronarlo.