Más de 900.000 personas viven en condiciones de hambruna, diez veces más que hace cinco años
MADRID, 04 (SERVIMEDIA)
Más de 900.000 personas en todo el mundo luchan actualmente por sobrevivir en condiciones similares a la hambruna, una cifra diez veces superior a la de hace cinco años.
Así lo denunció este martes World Vision, que advirtió de la «epidemia de hambre a la que se enfrenta el mundo», de cara al Día Mundial de la Salud que se celebra el próximo 7 de abril. «El sistema humanitario está al límite, con un aumento de la financiación que no sigue el ritmo de las crecientes necesidades de ayuda», alertó.
Unicef prevé que uno de cada cuatro niños vivirá por debajo del umbral de la pobreza en 2023 y que el número de menores afectados por esta crisis alimentaria y nutricional irá también en aumento.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 30 millones de niños y niñas de los 15 países más afectados por la crisis alimentaria sufren emaciación, de los cuales 8 millones padecen emaciación grave, la forma más mortífera de desnutrición. Este nivel de hambre grave repercute de por vida en el desarrollo de los niños y niñas y en todos los aspectos de sus vidas, y pone en peligro su salud, desarrollo, bienestar general y potencial a largo plazo, así como el de las generaciones futuras.
«A pesar de los esfuerzos de las Naciones Unidas y de ONG como World Vision, las necesidades siguen superando la financiación internacional», explicó Eloisa Molina, directora de Comunicación de World Vision.
Reclamó por ello una ayuda humanitaria urgente y el refuerzo de la resiliencia nutricional de las poblaciones que se enfrentan a crisis alimentarias, «para prevenir los devastadores efectos intergeneracionales de la desnutrición».
«Debemos trabajar todos juntos para mejorar la seguridad y el acceso humanitario mediante el compromiso de todas las partes implicadas en los conflictos», prosiguió, y «apoyar las prácticas de adaptación al cambio climático mientras se lucha para mantener el calentamiento global a 1,5˚C, con el fin de reducir el riesgo de que cualquier crisis de hambre como esta se repita en el futuro».
«No nos equivoquemos, a menos que actuemos ya, miles de niños y niñas morirán de hambre. Hay suficiente dinero y alimentos en el mundo. Ningún niño debería pasar hambre en el siglo XXI; debemos actuar ahora», concluyó Molina.