Conoce la receta de las pastas de té que le ha robado todo el protagonismo al bizcocho durante el confinamiento

Obligados a pasar más horas que nunca en los hogares, buena parte de los españoles optaron por poner en práctica su buen hacer repostero. Y para ello, primero hubieron de agotar harinas, levaduras y productos esenciales para realizar la amplia mayoría de bizcochos, tartas, galletas y, por supuesto, uno de los alimentos básicos, el pan.

Con ello, además de intentar mejorar una alimentación no siempre tan saludable como uno desearía, se intentaba mantener entretenidos a unos pequeños que lo único que sabían de repostería era cómo llevársela a la boca.

Los bizcochos cobraron protagonismo, así como esas exquisitas galletas que tradicionalmente se sirven con el té, siempre adornadas con chocolate, almendras, mermelada y un sinfín de posibilidades que permiten desarrollar la imaginación de los pequeños y a las que resulta harto complicado resistirse.

Y es que, hacer sabrosas pastas de té es, además de sencillo, de lo más entretenido, basta con mezclar unos pocos ingredientes que la mayoría poseen en sus hogares como leche (125 ml), mantequilla (200 gr), azúcar glas (100 gr), harina (250 gr) y una pizca de sal.

El proceso de elaboración es apto incluso para los más inexpertos, comenzando por añadir el azúcar glas lentamente a la mantequilla previamente derretida y mezclándolo adecuadamente. A continuación, se añade la leche y poco a poco se va agregando la harina tamizada, así como la pizca de sal. El truco está en realizar una mezcla lo más homogénea posible, es cuestión de tiempo que cada vez lo hagas mejor. ¡Et voilà, la masa está lista!

Resta ahora introducir la mezcla en la manga pastelera, dar forma en la bandeja a lo que en breve serán unas ricas pastas de té y adornar al gusto. Los frutos secos, la mermelada o las guindas, son solo algunas de las posibilidades, mientras que si lo que se desea es un rico baño de chocolate habrá que esperar a que enfríen tras el horneado, que durará entre 10 y 15 minutos y para lo cual será necesario precalentar el horno a 175 °C. ¿Cómo saber cuando están listas? El punto óptimo de horneado es cuando las pastas adquieren una tonalidad dorada.

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Y ahora, el más difícil todavía, resistir la tentación mientras enfrían. Por supuesto, y como su propio nombre indica, el té es el mejor acompañamiento para este tipo de galletas, por lo que se sugiere comprar un buen té en una tienda especializada como Cafetearte, formando de este modo un tándem perfecto, al que resultará difícil resistirse.

Qué puedes hacer mientras se enfrían las pastas de té, pues se nos ocurren algunas cosas que podemos recomendarte:

  • Leer otras recetas y tips publicados en nuestro blog.
  • Crear tu cuaderno de recetas en el que ir anotando los resultados y las recetas que te gustaría tener a mano y consultar con más frecuencia.
  • Ir a la wikipedia y profundizar más sobre la historia de las pastas de té.

Seguro que si pones en marcha alguna de estas ideas se hará más amena la espera para disfrutar de esas sensacionales pastas de té que acabas de hornear.