Las mujeres responden con más ansiedad, miedo y problemas de alimentación a comentarios negativos en redes
– Según el informe ‘Comentarios negativos en las redes sociales’, de Fundación Mapfre y la Universidad de Deusto
MADRID, 17 (SERVIMEDIA)
Las mujeres sufren más ansiedad, miedo y problemas de alimentación por el hecho de recibir comentarios negativos en redes sociales y a los mayores de 35 les impactan menos dichos comentarios que a los menores de 24. Las personas que más comentarios negativos reciben son el grupo de edad de 35 a 54 años, que también son las que más comentarios negativos realizan por redes sociales.
Estas son algunas de las conclusiones del informe ‘Comentarios negativos en las redes sociales’, presentado este jueves en rueda de prensa por Fundación Mapfre y la Universidad de Deusto a partir de los resultados de una encuesta realizada a 2.520 adultos y que analiza los comentarios negativos recibidos y enviados en las principales redes sociales. Además, da a conocer las consecuencias de este tipo de comentarios en la salud mental, emocional y física e identifica protocolos para ayudar a estos usuarios a gestionar «adecuadamente» el impacto.
Según el estudio, los jóvenes muestran una reacción emocional «superior» a las personas mayores de 35 años, hasta el punto de que casi la mitad de mayores de esa edad (47%) afirmaron que el comentario negativo no tuvo «ningún impacto», mientras que en jóvenes de 18 a 24 solo el 34% informó de que «no les afectó» el comentario negativo.
Durante su intervención en la rueda de prensa de presentación, el director de Promoción de la Salud de Fundación Mapfre, Antonio Guzmán explicó que el estudio se enmarca en los programas de la fundación para «fomentar un uso saludable de las nuevas tecnologías» y juzgó «significativos» resultados como el hecho de que los hombres realizan más comentarios negativos que ellas, con un 16% frente a un 9%.
Además, resaltó que un 10% de las mujeres reciben comentarios negativos cuyo contenido o temática es de connotación sexual, por el 4% de ellos, especialmente las jóvenes de 18-25 años, y que ellas tienen más problemas alimenticios (10% frente al 2% de ellos) a raíz del comentario negativo.
Finalmente, también destacó que el 68% de personas que dejaron comentarios negativos en redes eran mayores de 45 años, mientras que las personas de 18 a 35 años conformaban el 10%, y que la mitad de los comentarios se hacen en perfiles desconocidos y el 30%, en conocidos, mientras que el 40% se difunden a través de una cuenta anónima.
MÁS DATOS
Por su parte, la coautora del informe y profesora de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Deusto, Ana Estévez, agregó que el objetivo de los comentarios negativos era, en gran parte, críticas a ideas, con un 46% del total.
Por sexos, también explicó que el 22% de ellas, frente al 6% de ellos, recibieron críticas respecto al físico y, entre las emociones que les provocaron los comentarios negativos, el 25% de ellas sintió «nerviosismo», más del doble que ellos; el 22% reportó «inseguridad», frente al 8% de ellos»; el 13%, ansiedad, por el 6% de ellos; el 38%, enfado (25% ellos); el 22% tristeza (11% ellos) y el 6%, miedo (1% ellos) y tan solo el 34% de ellas admitió que no le «impactaron» esos comentarios negativos, frente al 54% de ellos.
Los jóvenes de 18 a 24 años manifestaron en los cuestionarios puntuaciones «más altas» en estrés, depresión, ansiedad que el resto de los grupos de edad, si bien también mostraron puntajes «más altos» en regulación emocional y estrategias de afrontamiento, mientras los mayores de 65 años obtuvieron puntuaciones «significativamente más altas» en felicidad, según la experta.
Con respecto a la temática de los comentarios negativos recibidos en función del sexo, más de la mitad de los que reciben ellos están relacionados con la política, mientras que el 45% de los que ellas reciben son críticas a sus ideas.
POR REGIONES
Por regiones, Estévez también subrayó cómo el 58% de los usuarios de redes sociales en la Comunidad Valenciana y Castilla y León tienen cuentas secundarias anónimas, por encima de la media del resto de comunidades que oscila en el 30%, y resaltó que la región que más «contraataca» con otro comentario ante un comentario negativo es la Comunidad Valenciana, mientras quienes «más hablan del suceso y lo comparten con otras personas» son Castilla y León y Castilla-La Mancha.
En cuanto a la temática de los comentarios negativos, Madrid y Galicia presentan un 52 y un 54%, respectivamente, en relación a los comentarios negativos sobre ideas políticas y más de la mitad de los consultados en Comunidad Valenciana, País Vasco y Andalucía realizó comentarios respecto a críticas a conductas.
El grupo de personas que más comentarios negativos recibieron fueron las personas de más de 65 años de Cataluña, la mitad de toda la muestra catalana que recibió comentarios negativos, si bien este mismo grupo fue también el que realizó más comentarios de este tipo.
La experta señaló que la red social donde se reciben y publican más comentarios negativos es Facebook, seguida por Twitter e Instagram y que la «emoción principal» que «motivaba» a alguien a dejar un comentario negativo era «el enfado» (40%). Las reacciones «más generalizadas» a la hora de recibir un comentario eran contestar breve e indiferentemente, bloquear y borrar comentario (39,3%).
REGULAR LA CONDUCTA EN RRSS
En este contexto, la experta abogó por involucrar a los ‘influencers’, convencida de que «un gran poder, como el que tienen, requiere una gran responsabilidad» en redes sociales y urgió a implementar políticas que «regulen» la conducta en redes sociales así como algoritmos o programas que «filtren la negatividad» en estas plataformas, como la diseñada en este estudio, y que se incorporen en las propias aplicaciones.
Junto a ello, consideró relevante educar e informar a las personas sobre «cómo actuar ante casos de acoso y comentarios negativos», así como dar a conocer los protocolos de acoso y fomentar la educación emocional que, a su entender, llevará a quienes sufren estos comentarios a establecer estrategias de afrontamiento «más adaptativas», mejor regulación emocional y búsqueda de apoyo social.
