Unos 50.000 niños se quedan sin tratamiento contra la desnutrición aguda por culpa de la guerra en Sudán

MADRID, 14 (SERVIMEDIA)

Alrededor de 50.000 niños y niñas que seguían programas contra la desnutrición aguda en Sudán vieron interrumpidos sus tratamientos a causa de la violencia, de cuyo estallido se cumplen dos meses este miércoles.

Según Acción contra el Hambre, 48 millones de personas están afectadas por esta crisis.

Menores de edad, mujeres, ancianos, personas con discapacidades físicas y mentales, desplazados y aquellas con enfermedades crónicas son las más vulnerables. Todas ellas necesitan urgentemente acceso a productos de alimentación general y a alimentos suplementarios, como los complementos terapéuticos que se usan para tratar a los menores con desnutrición aguda severa.

Por eso, Acción contra el Hambre ha reanudado actividades de distribución de alimentos terapéuticos para la población en el Nilo Blanco, uno de los Estados con mayor presencia de desplazados internos, y Nilo Azul.

Agregó que la población tampoco tiene garantizado el acceso a la sanidad. Los centros de salud no funcionan adecuadamente y la mayoría han sido dañados o saqueados. El 67% de los hospitales cercanos a zonas con combates activos no funcionan, según datos de las Naciones Unidas.

El coordinador de salud y nutrición de Acción contra el Hambre Sudán, Samson Wolderufael, denunció que «niños y niñas están muriendo por desnutrición y presentan problemas de salud como neumonía, diarrea acuosa aguda, cólera, malaria y otras infecciones».

TRABAS A LA AYUDA

En nota de prensa, la ONG denunció que al menos 162 vehículos de organizaciones humanitarias han sido robados y 61 oficinas y 57 almacenes saqueados.

Para Jody Paulson Cormack, referente de seguridad global en Acción contra el Hambre España, «esta práctica es común en zonas de conflicto y lo estamos volviendo a vivir en Sudán». «Es evidente que el personal humanitario no está siendo respetado», subrayó.

Quizás también te interese:  Los superalimentos pueden "desequilibrar" el consumo de frutas y hortalizas en la población infantil, de la que solo el 3% toma las "suficientes"

Tras varios altos el fuego fallidos, «no parece que haya señales de que se vaya a facilitar el paso a la ayuda humanitaria», lamentó. «Las ONG demandamos que se nos permita trabajar y llegar a todas las víctimas del conflicto».

«Hubo pequeños momentos en los que hemos podido transportar comida y medicamentos a algunas zonas», admitió, pero «resulta insuficiente en comparación con las crecientes necesidades», concluyó.