La mitad de los niños somalíes, casi dos millones, sufren desnutrición aguda

– Asegura la ONG Plan International

MADRID, 09 (SERVIMEDIA)

La Organización No Gubernamental Plan International hizo un llamamiento urgente este viernes a los Gobiernos para «salvar las vidas de millones de personas», en especial 1,8 millones de menores de cinco años, la mitad de todos los del país, que sufren desnutrición aguda en Somalia a raíz de la hambruna.

Plan International alertó de que 513.000 de estos niños están gravemente desnutridos debido a la mayor sequía registrada en el país en 40 años y a causa del conflicto entre Ucrania y Rusia, desde donde importa la práctica totalidad de su trigo. Asimismo, recordó que la alimentación «es un derecho protegido» por el Derecho Internacional.

«Pedimos a los donantes y a los Estados que inviertan con urgencia en acciones de prevención y respuesta desde un enfoque de edad y de género para garantizar la protección de la infancia, la salud y nutrición de las madres, los servicios y la educación en salud sexual y reproductiva, y la lucha contra la violencia de género», manifestó la directora general de Plan International, Concha López.

Así las cosas, Somalia es uno de los 45 países afectados por la emergencia global de hambre, «una crisis sin precedentes que puede llevar a la hambruna a 50 millones de personas», subrayó la ONG.

Alerta de que 1,17 millones de personas han tenido que huir de sus hogares debido a la emergencia y un total de 14 millones de personas sufren hambre por la sequía en Somalia, norte de Kenia y sur de Etiopía (los países del llamado Cuerno de África).

Además, señaló que «la hambruna que se avecina sobre Somalia podría ser incluso peor que la de 2011, cuando 260.000 personas perdieron la vida». Según un cálculo extraído del ‘Global Report on Food Crises 2022’ una persona muere de hambre cada cuatro segundos.

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La ONG puso énfasis en las mujeres jóvenes y las niñas aseverando que «la pobreza y la escasez empuja a las familias a recurrir a formas de supervivencia especialmente nocivas para ellas, que conllevan el aumento del riesgo de matrimonios infantiles, de embarazos no deseados, de abandono escolar, de explotación laboral y sexual, y de otros abusos que incluyen la mutilación genital femenina».

Por último, destacó que «el 32% de las mujeres del mundo sufren inseguridad alimentaria moderada o grave», y si dan a luz existe un alto riesgo de que sus bebés nazcan con desnutrición.